La actitud del equipo gallego no fue mala. De hecho, los locales fueron a por el partido desde el inicio, mientras que Osasuna se dedicaba más bien al contraataque, aunque ninguno de los dos equipos disponía de ocasiones dignas de mención.
A pesar de esto, llama la atención la falta de ideas de un Deportivo que echa de menos un hombre que dé el último pase y un delantero que marque goles. El juego ni se crea ni se finaliza en el Depor, y esto puede llevar al equipo a muchos problemas si no se pone remedio a esta situación cuanto antes.
La jugada clave del partido llegó a la media hora de encuentro, cuando Camuñas protestó de forma airada al colegiado Pérez Lasa una decisión con la que no estaba demasiado de acuerdo. No sabemos lo que Camuñas le pudo haber dicho al colegiado, pero la decisión del trencilla fue determinante con una tarjeta roja directa que dejaba a los rojillos con diez hombres.
La segunda mitad llegó y ninguno de los dos técnicos hacía cambios. El Depor no funcionaba, aunque Lassad lograba llegar en alguna ocasión a portería, pero nunca con definición. Osasuna se defendía como podía e incluso llegó a disponer de una oportunidad para marcar con un disparo de Vadocz que detuvo Aranzubía.
Lotina metió al canterano Dioni en ataque, pero para ello sacó del campo a Lassad, el atacante más activo del equipo. Como uno no puede nadar sin mojarse, el Depor se quedó con el punto que de nada le sirve, mientras que Osasuna lo saborea después de lo sufrido en Riazor.
A pesar de esto, llama la atención la falta de ideas de un Deportivo que echa de menos un hombre que dé el último pase y un delantero que marque goles. El juego ni se crea ni se finaliza en el Depor, y esto puede llevar al equipo a muchos problemas si no se pone remedio a esta situación cuanto antes.
La jugada clave del partido llegó a la media hora de encuentro, cuando Camuñas protestó de forma airada al colegiado Pérez Lasa una decisión con la que no estaba demasiado de acuerdo. No sabemos lo que Camuñas le pudo haber dicho al colegiado, pero la decisión del trencilla fue determinante con una tarjeta roja directa que dejaba a los rojillos con diez hombres.
La segunda mitad llegó y ninguno de los dos técnicos hacía cambios. El Depor no funcionaba, aunque Lassad lograba llegar en alguna ocasión a portería, pero nunca con definición. Osasuna se defendía como podía e incluso llegó a disponer de una oportunidad para marcar con un disparo de Vadocz que detuvo Aranzubía.
Lotina metió al canterano Dioni en ataque, pero para ello sacó del campo a Lassad, el atacante más activo del equipo. Como uno no puede nadar sin mojarse, el Depor se quedó con el punto que de nada le sirve, mientras que Osasuna lo saborea después de lo sufrido en Riazor.