Isner ganó tras 11 horas, 5 minutos y 183 juegos
La Reina Isabel II abandonó el All England sin poder saludar a los protagonistas del partido más largo de la historia del tenis: John Isner y Nicolas Mahut. Al tercer día de comenzar el juego, Isner sentenció el apocalíptico set final, al quinto match point sobre el saque de Mahut, con marcador de 70-68. Ese quinto set, maratón o batalla de las Termópilas en Wimbledon incluyó 711 de los 980 puntos que se disputaron en el partido, combate o castigo, como llamarse quiera.
El clima de tensa expectación en la corraleta de la Pista 18, con John McEnroe y Tracy Austin alineados entre los periodistas, cede, en un día como éste, ante la importancia sumarísima de los números. El proceso de la victoria del gigantón Isner (2,06 m) arrasó los récords de duración y juegos de un partido, más los récords de aces en un encuentro, tanto individual y combinado.
Isner y Mahut superaron, cada uno de ellos, el centenar de aces: 112-103. El partido se extendió desde las 18:08 horas del martes, hasta las 16:48 de ayer, jueves. Duración total, once horas y cinco minutos, para 183 juegos. El quinto set, un microcosmos en sí mismo, duró 8 horas y 11 minutos. Cifra pintoresca: 168 juegos consecutivos sin roturas de servicio. A lo largo del increíble maratón de la Pista 18, Mahut sólo tuvo tres bolas para hacer break al cañón de Isner, quien manejó 14 bolas de rotura y convirtió dos. Mahut selló una rotura, que le dio el segundo set. Un solo break para el francés en 91 juegos con Isner al servicio
Cuando el drama acabó, John Isner enloqueció de alegría, como si hubiera ganado Wimbledon. Habló hasta el árbitro, Mohamed Lahyani. Y el gigante de North Carolina pasó directamente al hospital, como Joe Frazier tras cierto triunfo ante Muhammad Ali. El día más largo en la historia de Wimbledon y del tenis había pasado a la historia.
La Reina Isabel II abandonó el All England sin poder saludar a los protagonistas del partido más largo de la historia del tenis: John Isner y Nicolas Mahut. Al tercer día de comenzar el juego, Isner sentenció el apocalíptico set final, al quinto match point sobre el saque de Mahut, con marcador de 70-68. Ese quinto set, maratón o batalla de las Termópilas en Wimbledon incluyó 711 de los 980 puntos que se disputaron en el partido, combate o castigo, como llamarse quiera.
El clima de tensa expectación en la corraleta de la Pista 18, con John McEnroe y Tracy Austin alineados entre los periodistas, cede, en un día como éste, ante la importancia sumarísima de los números. El proceso de la victoria del gigantón Isner (2,06 m) arrasó los récords de duración y juegos de un partido, más los récords de aces en un encuentro, tanto individual y combinado.
Isner y Mahut superaron, cada uno de ellos, el centenar de aces: 112-103. El partido se extendió desde las 18:08 horas del martes, hasta las 16:48 de ayer, jueves. Duración total, once horas y cinco minutos, para 183 juegos. El quinto set, un microcosmos en sí mismo, duró 8 horas y 11 minutos. Cifra pintoresca: 168 juegos consecutivos sin roturas de servicio. A lo largo del increíble maratón de la Pista 18, Mahut sólo tuvo tres bolas para hacer break al cañón de Isner, quien manejó 14 bolas de rotura y convirtió dos. Mahut selló una rotura, que le dio el segundo set. Un solo break para el francés en 91 juegos con Isner al servicio
Cuando el drama acabó, John Isner enloqueció de alegría, como si hubiera ganado Wimbledon. Habló hasta el árbitro, Mohamed Lahyani. Y el gigante de North Carolina pasó directamente al hospital, como Joe Frazier tras cierto triunfo ante Muhammad Ali. El día más largo en la historia de Wimbledon y del tenis había pasado a la historia.