* A Rafa sólo le queda ganar en Nueva York para ser el primer español en ganar todos los 'grandes' · Se ratifica como número uno en Melbourne · Roger Federer tendrá que esperar para igualar la marca de Pete Sampras en Grand Slam (14)
Rafael Nadal no sólo es el número uno del mundo sino que lo demuestra en cada torneo. Y lo hace con victorias épicas como la vivida en Australia, 'coto privado de caza' para los españoles hasta la fecha. La Rod Laver Arena y el propio Roger Federer se rindieron ante el poderío del de Manacor, que mordió por primera vez este trofeo tras doblegar a su rival por un marcador global de 7-5, 3-6, 7-6(3), 3-6 y 6-2 tras cuatro horas y veintitrés minutos de juego. El libro de la historia de este deporte tiene una página más escrita, en castellano, por Rafa Nadal.
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Mucho se había hablado y escrito sobre el estado físico con el que Nadal afrontaría la final en Melbourne tras la 'paliza' que se pegó ante Fernando Verdasco en semifinales. Rafa demostró que no hay obstáculo que se le resista y que para ganarle hay que jugar, y muy bien, sobre la pista. Ahí es donde el manacorí demuestras que es el mejor.
El primer del set del partido fue impropio de un partido que enfrenta a las dos mejores raquetas del momento, pues de los doce juegos que hubo en disputa, cinco de ellos se lograron al resto. Buena cuenta, este dato, de la agresividad que uno y otro pusieron en liza. Nadal buscaba el revés alto de Federer y el suizo el mismo golpe a baja altura del español. Las alarmas saltaron cuando Federer se puso con 4-2 y servicio, pero fue ahí donde Nadal se metió en pista y recortó distancias. El balear tiró de un passing 'made in Nadal' para romper el servicio de Federer en el undécimo juego. En el siguiente, no dudó a la hora de cerrar el partido.
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En el segundo set, Federer logró igualar la contienda. Y eso que empezó por detrás en el luminoso. Nadal mejoró sus porcentajes con el servicio, sobre todo con el segundo, que le dieron ventaja antes del segundo asueto. El balear dominaba el partido y fue él mismo quien dio opción a su rival de volverse a meter en el partido. Era él quien se jugaba los ganadores, pero ahora no encontraban pista. Federer, casi sin querer, vio como ganaba terreno y terminaba por apuntarse la segunda manga. Se volvía a empezar.
El tercer set estuvo más igualado. Subió la intensidad y la calidad de los puntos, aumentaron las ovaciones del respetable y la tensión en la pista. Quien ganara el set, tomaría una ventaja que podría ser definitiva. Nadal tuvo dos opciones de break y Federer seis, pero ninguno llevó alguna a efecto. El set, por tanto, se decidiría en el tie-break. Federer logró un mini-break en el comienzo de la muerte súbita, pero Rafa remontó el vuelo y se apuntó el set. Sólo quedaba un set para lograr la 'machada'.
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Hubo que esperar y sufrir más de lo debido. El cansancio hacía mella en los tenistas y la intensidad con la que se jugaban los puntos bajó por momentos. Federer propuso un 'Plan B' sobre la pista, jugarse todo lo que le llegaba; y como ocurre con los grandes tenistas, el suizo tuvo más aciertos que fallos y el resultado fue que logró imponerse por momentos a Nadal. Federer se crecía, se apuntaba el cuarto set y forzaba el quinto y definitivo.
Otro partido épico, sólo quedaba por dilucidar si sería con triunfo español. No tardó en decantarse la balanza. Nadal supo sobreponerse al esfuerzo y tomó ventaja en el cuarto juego. Federer estaba errático y Rafa supo aprovecharlo. Con paciencia y un gran juego con el servicio, el balear siguió con el pie en el acelerador hasta que el último punto subió a su casillero. Un punto que significaba aquello de "juego, set, partido y campeonato". ¡El Open de Australia! Rafa Nadal se convierte en el primer tenista español que logra tal hazaña.
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Los momentos posteriores al final del choque fueron de contraste de sensaciones. Nadal, con una felicidad contenida por respeto, era consciente de que sigue escribiendo la historia viva de este deporte. ¡Es difícil ser más grande de lo que es Nadal ahora mismo!. Federer, por su parte, rompía a llorar desconsolado tras no poder igualar la marca de Pete Sampras de 14 Grand Slam conquistados. En resúmen, un duelo más entre estos dos grandes de la raqueta que no defrauda a nadie. Y los que nos quedan...
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Rafa Nadal posa con el trofeo que le otorga como campeón del Open de Australia.
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