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El Getafe se impuso a domicilio al Racing, con un gol de Víctor en la primera y única ocasión clara de que dispuso durante todo el partido, mientras que el conjunto cántabro jugó peor que en las jornada anteriores y siguió adoleciendo de falta de acierto para concretar sus opciones de gol.
Con la ausencia en las filas del Getafe del ex racinguista Casquero, objeto de las iras de los aficionados del Racing desde que el conjunto cántabro se vio apeado hace tres años de la Copa del Rey con una polémica jugada, la atención se centró en el primer enfrentamiento de Adrián González ante el equipo que entrena su padre, Michel.
Los dos equipos saltaron al terreno de juego con cuatro puntos en su casillero, pero con la diferencia de que mientras el Racing llegaba de empatar en Sevilla, los madrileños venían de caer en su campo ante el Málaga.
El partido empezó con mucho respeto entre dos equipos más preocupados de no perder el sitio que de buscar el área contraria. El Getafe se defendía con mucho orden ante un Racing que llevaba la iniciativa y que trataba de abrir el juego a las bandas, sin encontrar opción de último pase.
Aunque dominaba el Racing, el Getafe se adelantó en su primera opción de ataque, al recibir Víctor un centro desde la banda izquierda, para rematar duro y sorprender a Toño, tras tocar el balón en un defensa.
Con el marcador a su favor el Getafe pasó a dominar de la mano de Boateng, quien campaba a sus anchas en el gran espacio que había entre los delanteros del Racing y su línea de medios. Y, además, la defensa cántabra no acertaba a salir con el balón jugado, lo que propiciaba que el Getafe jugara muy cómodo.
No obstante, en los últimos diez minutos de la primera parte, el Racing hizo méritos para empatar con tres ocasiones consecutivas del Rosenberg. En la dos primeras Codina se lució ante sendos disparos del sueco y, en la siguiente, el delantero no llegó a rematar de cabeza solo ante el portero.
Nada más comenzar la segunda parte el Racing tuvo otra doble ocasión, con una falta que sacó Kennedy contra la barrera del Getafe y, en el consiguiente saque de esquina, Ariel peinó para que Codina despejara a una mano cuando el balón iba a entrar ajustado al larguero.
El Racing tenía la posesión pero el Getafe se defendía con mucho orden ante un rival muy previsible en ataque en el que únicamente Rosenberg creaba algo de peligro, bajando a recibir a la línea de medios y probando fortuna con disparos desde fuera del área, que no encontraban puerta.
Los cinco minutos de tiempo añadido que concedió el colegiado los jugó el Racing con un hombre menos por la expulsión de Rosenberg, que vio la segunda amarilla por una falta innecesaria, fruto de la impotencia.
Dos disparos ligeramente desviados de Ariel fueron las últimas opciones del Racing.
Con la ausencia en las filas del Getafe del ex racinguista Casquero, objeto de las iras de los aficionados del Racing desde que el conjunto cántabro se vio apeado hace tres años de la Copa del Rey con una polémica jugada, la atención se centró en el primer enfrentamiento de Adrián González ante el equipo que entrena su padre, Michel.
Los dos equipos saltaron al terreno de juego con cuatro puntos en su casillero, pero con la diferencia de que mientras el Racing llegaba de empatar en Sevilla, los madrileños venían de caer en su campo ante el Málaga.
El partido empezó con mucho respeto entre dos equipos más preocupados de no perder el sitio que de buscar el área contraria. El Getafe se defendía con mucho orden ante un Racing que llevaba la iniciativa y que trataba de abrir el juego a las bandas, sin encontrar opción de último pase.
Aunque dominaba el Racing, el Getafe se adelantó en su primera opción de ataque, al recibir Víctor un centro desde la banda izquierda, para rematar duro y sorprender a Toño, tras tocar el balón en un defensa.
Con el marcador a su favor el Getafe pasó a dominar de la mano de Boateng, quien campaba a sus anchas en el gran espacio que había entre los delanteros del Racing y su línea de medios. Y, además, la defensa cántabra no acertaba a salir con el balón jugado, lo que propiciaba que el Getafe jugara muy cómodo.
No obstante, en los últimos diez minutos de la primera parte, el Racing hizo méritos para empatar con tres ocasiones consecutivas del Rosenberg. En la dos primeras Codina se lució ante sendos disparos del sueco y, en la siguiente, el delantero no llegó a rematar de cabeza solo ante el portero.
Nada más comenzar la segunda parte el Racing tuvo otra doble ocasión, con una falta que sacó Kennedy contra la barrera del Getafe y, en el consiguiente saque de esquina, Ariel peinó para que Codina despejara a una mano cuando el balón iba a entrar ajustado al larguero.
El Racing tenía la posesión pero el Getafe se defendía con mucho orden ante un rival muy previsible en ataque en el que únicamente Rosenberg creaba algo de peligro, bajando a recibir a la línea de medios y probando fortuna con disparos desde fuera del área, que no encontraban puerta.
Los cinco minutos de tiempo añadido que concedió el colegiado los jugó el Racing con un hombre menos por la expulsión de Rosenberg, que vio la segunda amarilla por una falta innecesaria, fruto de la impotencia.
Dos disparos ligeramente desviados de Ariel fueron las últimas opciones del Racing.
